Club de Lecturas Naturalistas | E-Mail

Los encuentros naturalistas son un bello espacio de aprendizaje, lectura, estudio, reflexión y construcción de saberes. La propuesta es pensar juntos la naturaleza y el arte relacionado con ella, recuperar y difundir las tradiciones ancestrales que brindan sostén a la Tierra.

¿Cómo funciona el Club?

¡Sólo 3 pasos!

  1. Te suscribes mensualmente al Diario de una Naturalista.
  2. Recibes las lecturas en tu bandeja de entrada de manera mensual.
  3. Comentamos los textos a través de correos electrónicos.

Leemos diversos textos relacionados con las plantas, los animales, el medioambiente, el arte, la filosofía y la salud, entre otros: Ecología vegetal; Medicina ancestral; Cultivo de plantas medicinales autóctonas y exóticas; Educación ambiental; El lenguaje de los animales y las plantas; Biofilia; Especias curativas: de la cocina al botiquín herbal; Agricultura biodinámica; Astronomía; Filosofía de la naturaleza; Herbolaria y salud natural; Dibujo, pintura y literatura naturalista.

Los guardianes de los bienes de la humanidad rescatan lo sagrado. El objetivo del club es traer al presente las prácticas simbólicas y vivificantes de nuestros ancestros: rituales, celebraciones, el arte como herramienta para decir lo que no puede decirse de otro modo, la filosofía de unos dioses que se corporizan para proteger cultivos y familias, el vínculo con el Cosmos, los ritmos de la naturaleza como reloj y calendario.

¿Cómo accedo al material de lectura?

Cada mes, a tu correo electrónico te enviaré en formato PDF archivos adjuntos con fragmentos breves de reconocidos libros y autores.

Contenido

Algunos temas que abordamos en simultáneo:

  • Re-comprender y re-significar el lenguaje de los animales y las plantas, ¿por qué no son sólo un “recurso natural”?
  • Volver a las raíces es urgente.
  • Zonas fitogeográficas del mundo.
  • Alimentación y medicina ancestral y natural: mantener vivo el legado.
  • Maestras y maestros de la historia que colaboraron con la comprensión del mundo natural.
  • Mujeres que corren con los lobos: lo salvaje, siempre presente.

Te invito a…

  • Encontrar un correlato entre los textos y los eventos acontecidos en la naturaleza.
  • Afuerarte y sensibilizarte en relación a otros seres no humanos.
  • Dialogar con el espíritu de otros seres de la naturaleza.
  • Arribar a un pensamiento crítico con respecto a los procesos naturales.
  • Encontrar respuestas que acaso la ciencia no puede obtener sin la mirada artística.
  • Alivianar situaciones personales.
  • Descubrir sentires de apasionados artistas, escritores, naturalistas, filósofos, etc.
  • Hacer una pausa. Leer. Desacelerar. Contemplar. Escuchar.
  • Transformarnos. Inspirarnos.

¿Quiénes pueden participar?

Propuesta abierta a todo público de todos los países. Aficionados, principiantes, amantes de la literatura, el arte, la escritura y la poesía, las plantas, yuyeros, naturalistas, comunicadores, docentes, periodistas, escritores, poetas, terapeutas de todas las disciplinas relacionadas con el bienestar que deseen ampliar o fortalecer sus conocimientos.

Esta actividad es ideal para ti si:

  • Lo esencial es importante y valioso.
  • Quieres despertar tu creatividad (ya sea para enriquecer alguna actividad artística, comunicacional o sólo por placer).
  • Buscas una actividad terapéutica por algún malestar físico, psicológico o emocional determinado.
  • Necesitás reducir el estrés, favorecer la atención plena, redirigir tus pensamientos, tomar un poco de distancia de las tareas cotidianas.
  • Deseas introducir un cambio en tu vida para generar mayor bienestar.
  • Atraviesas un momento difícil, y sentís que la naturaleza puede protegerte y brindarte las herramientas para transitarlo.
  • Eres un ser curioso, que siempre quiere aprender más acerca de la naturaleza.
  • Te gustaría obtener conocimientos más profundos sobre la naturaleza, ya sea por hobby o para incorporar a tu profesión.
  • Te interesa conocer un poco más sobre aspectos relacionados con los procesos de la naturaleza.
  • Buscas una actividad alejada de los tecnicismos, donde se expresen de manera sencilla.

Beneficios del Club:

  • Fragmentos de lectura exclusivos y especialmente seleccionados para que armes tu propia biblioteca naturalista. ¡Te quedan para siempre!
  • Caminatas Naturalistas gratuitas.
  • Coordina: Eleonora Diez Posterivo. Ingresando aquí podrás saber un poco sobre mí: ¿Quién soy?
  • Consultas:  info@diariodeunanaturalista.com / WhatsApp: +54 9 11 4025-7581.

Testimonios

«¡Hola Eleonora! No quería dejar pasar la grata sorpresa que me generó la charla de ayer. La naturaleza con una mirada poética, profunda, generadora de paralelismos entre la naturaleza y mi ser… Las miradas de los otros frente al mismo texto, escuchar la primavera, encontrar los tesoros del naufragio del mar… allí en la profundidad oscura de mi interior. Muy interesante tu mirada, tu propuesta, tu invitación a observar, sentir, descubrir, EN RESIGNIFICAR LA NATURALEZA. Aire fresco, siento, ¡GRACIAS!»

Cecilia Valcarce

¡Hola Eleonora! Hermoso el material. De mis favoritos el primer extracto, el de vida submarina. ¡Aprendí cosas que no sabía! Gracias.

Sabrina

Lecturas de la Edición #11

“Las plantas son afrodisíacos sutiles, y , como el amor, actúan sin estruendo, discretamente y a largo plazo. ¿Cómo no tenerles confianza si casi toda la farmacopea moderna descansa en ellas? Y, tal como sucede habitualmente en el amor, las más comunes y modestas son también las más preciosas”.

De “Afrodita”, Isabel Allende


“La loba, la vieja, La Que Sabe, está dentro de nosotras. Prospera en la más profunda psique del alma de las mujeres, en el antiguo y vital Yo Salvaje. Su hogar es aquel lugar del tiempo en el que se juntan el espíritu de las mujeres y el espíritu de La Loba, el lugar donde se mezclan la mente y el instinto, el lugar donde la vida profunda de una mujer es el fundamento de su vida corriente. Es el lugar donde se besan el Yo y el Tú, el lugar donde las mujeres corren espiritualmente con los lobos.

Esta vieja se encuentra situada entre los mundos de la racionalidad y del mito. Es el eje en torno al cual giran los dos mundos. La tierra que se interpone entre ambos es ese inexplicable lugar que todas reconocemos en cuanto llegamos a él, pero sus matices se nos escapan y cambian de forma cuando tratamos de inmovilizarlos, a no ser que usemos la poesía, la música, la danza o un cuento.

Se ha aventurado la posibilidad de que el sistema inmunitario del cuerpo esté enraizado en esta misteriosa tierra psíquica, al igual que la mística, las imágenes y los impulsos arquetípicos, incluidos nuestra hambre de Dios, nuestro anhelo de misterio y todos los instintos no sólo sagrados sino también profanos. Algunos podrían decir que los archivos de la humanidad, la raíz de la luz, la espiral de la oscuridad también se encuentran aquí. No es un vacío sino más bien el lugar de los Seres de la Niebla en el que las cosas son y todavía no son, en el que las sombras tienen consistencia, pero una consistencia transparente.

De lo que no cabe duda es que esta tierra es antigua… más antigua que los océanos. Pero no tiene edad, es eterna. El arquetipo de la Mujer Salvaje es el fundamento de este estrato y emana de la psique instintiva. Aunque puede asumir muchos disfraces en nuestros sueños y nuestras experiencias creativas, no pertenece al estrato de la madre, la doncella o la mujer medial y tampoco es la niña interior. No es la reina, la amazona la amante, la vidente. Es simplemente lo que es. Se la puede llamar La Que Sabe, La Mujer Salvaje, La Loba, se la puede designar con sus nombres más elevados y con los más bajos, con sus nombres más recientes o con los antiguos, pero sigue siendo lo que es”.

De “Mujeres que corren con los lobos”, Clarissa Pinkola Estés


Invocación entre luciérnagas

Han vuelto el padre y la madre,
y peregrinan entre luciérnagas.

Será siempre así, construir
como ellas, de muerte a luz, de luz a muerte,
la casa vagabunda, mientras nos movemos
como agua instintiva
dentro de las habitaciones;
con el ojo
suspenso
entre el abismo y el cóncavo humano,
perdiendo y salvando todo:

la combustión,
las formas que pierden la memoria,
la carta que falta en los fractales,
el futuro, ese desterrado,
y las breves especies que se esfuman
dentro de un sueño que no ha soñado nadie.

Vengo a pedir la lluvia,
abuela del bambú;
las cuevas donde el dios se guarece
y se desampara la guerra;
la anunciación de la garza;
la piel que deja, porque no hay nadie en la serpiente;
el aroma del sándalo, templo del templo,
y la nieve, pido, sobre las nubes, en esa cordillera,
cadáver del cielo;
y la mariposa,
latido de su semejanza,
y vamos con los elefantes
y su dormida manada de planetas,
con el murciélago y su patíbulo,
con el loto, beso de su sombra,
con un colibrí y un cuervo y un pétalo y una ofrenda,

vamos al mar que no sabe morir,
vamos, padres, a verme, como en la infancia,
persiguiendo instantes,
detrás de las luciérnagas.

Leopoldo Castilla
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