Caminar la tierra

Recuerdos de la infancia, folklore y polvareda.

Mi trabajo siempre me recuerda a mi padre. En cada nueva actividad que se me ocurre, de fondo suena su voz en una zamba de los Chalchaleros y se levanta flor de polvareda. Un hombre enamorado de Argentina que me mostró esos rincones que (hace muchos años) pocas personas visitaban. Mi madre le reprochaba que nos llevaba a lugares rústicos y abandonados, pero para él eran la esencia y el corazón de esos paisajes y su gente; era feliz hospedándose en un hotel familiar que demoraba una hora en traernos la milanesa más rica del mundo. Siempre cuento la anécdota del hotel en Belén, Catamarca (de momento la memoria me ha ocultado su nombre), en el que se nos subían ratones por los acolchados, y las arañas se peinaban junto a nosotros en el baño, ja ja. Tampoco olvido el sismo que nos sorprendió en el Museo Arqueológico Condor Huasi, tanto que sacudió algunos restos fósiles, ja ja ja ja. Hoy me atrevo a relatarlo con una carcajada de oreja a oreja, pero por aquellos tiempos… ¡qué susto! También regresan a mi paladar los quesos de cabra y el dulce de cayote (o alcayota) comprados en un puesto al costado de la ruta.

Belén, Catamarca. Foto tomada por la Secretaría de Turismo, Municipalidad de la Ciudad de Belén

Pues entonces, no creo que sea casualidad que una de las cosas que más me animen en la vida sea salir a caminar y descubrir más y más universos naturales.

¿Qué pudo ocurrir luego de estas fotografías? Seguí y seguí viajando. Y cuando no puedo hacerlo, intento recrear esos momentos en los alrededores del lugar donde vivo, y es increíble cómo siempre surgen seres y espacios naturales que no había observado, olido o escuchado antes.

«La Reserva Ecológica de Vicente López es un refugio de vida silvestre en el Gran Buenos Aires y el hogar de una gran variedad de plantas, animales y hongos. Se ubica en Paraná y el río, en el barrio de La Lucila. Fue inaugurada en el año 2000 y tiene una superficie de 2,5 hectáreas. En sus 900 metros de senderos, podemos recorrer ambientes naturales como el pastizal, el talar, la selva marginal, el sauzal, el pantano y la laguna, que existían en Vicente López previo al avance de la urbanización.

La diversidad de plantas nativas le proporcionan protección y alimento a gran cantidad de aves e insectos. A lo largo del año, podemos observar más de 250 especies de aves y más de 80 especies de mariposas. En épocas cálidas, también podemos hallar lagartos overos tomando sol en los senderos y tortugas acuáticas en la laguna».

Municipio de Vicente López

Bella música para acompañar la lectura:

Los Chalchaleros, Paisajes de Catamarca

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