De Malvas, Milenrama, Manzanilla y otras hierbas… ¡La naturaleza nunca deja de sorprenderme!
La Malva
Hace unos días, mientras regaba las plantas del balcón, me detuve en la Malva de Monte o Malvavisco (Abutilon grandifolium) y en la Malva del Campo (Modiolastrum malvifolium). Pensé en todas las variedades de Malva que existen en Argentina y el mundo y, en su gran mayoría, con propiedades curativas similares. ¿Por qué será que, a ejemplares tan diferentes y con nombres científicos tan distintos entre sí, los conocemos como «Malva» y aportan beneficios medicinales parecidos?
El secreto es que todas ellas pertenecen a una misma familia: la Malvaceae. Y no sólo agrupa a especies popularmente conocidas como «Malva», sino también a otras como el Tilo (Tilia platyphyllos) o la Rosa China (Hibiscus rosa-sinensis). Resulta que el nombre «Malva» ya nos daría una pista: derivaría del término griego malakós que significa «suave», y probablemente se refiera a su textura o al efecto emoliente y sedante que provocan estas plantas en todo el organismo.
Las propiedades medicinales «emolientes» de las plantas, árboles y arbustos son las que acarician todo el cuerpo, por dentro y por fuera; asociados mayormente a los principios activos denominados «mucílagos». Aportan humedad, desinflaman, suavizan y protegen las mucosas; a su vez, nos ayudan a expectorar cuando nos encontramos con flema acumulada en el sistema respiratorio. Puedes leer aquí una nota relacionada: Agüita linda, la importancia de mantener limpios nuestros pulmones.
Si tocamos una hoja o flor de cualquiera de estas especies, notaremos que son casi tan suaves como el terciopelo; textura otorgada no sólo por los mucílagos que las componen, sino también por una especie de «pelitos». A estos delicados órganos vegetales, en botánica se los conoce como «pubescentes» (cubiertos por una leve vellosidad). A su vez, si exploramos el término «pubescente», descubriremos que se conecta con la palabra «pubertad», pues haría referencia a la edad de los mamíferos en la cual comienzan a asomar las primeras vellosidades.
¡La naturaleza nunca deja de sorprenderme!
La Milenrama o Aquilea
Por resultar extremadamente cicatrizante, esta bella dama es la nueva integrante de la Fitoteca del Diario, y también guarda un secreto muy especial en su nombre…
«La mitología griega menciona las curaciones que hizo Aquiles con esta planta a sus guerreros heridos en la batalla de Troya, valiéndole así el nombre de «Aquilea». En tanto «millefolium» hace referencia a los numerosos segmentos que presentan sus hojas. Desde tiempos inmemoriables se ha asociado la milenrama a la curación de heridas sangrantes y a todo tipo de hemorragias, tal como fuera señalado por Dioscórides. Los tallos eran considerados sagrados por los druidas, quienes creían que podían influenciar al tiempo promoviendo la llegada de lluvias. Los chinos empleaban los tallos para pronosticar el futuro. En Alemania, durante el siglo XVI, se utilizaban las semillas de Aquilea echadas sobre toneles de vino para asegurar su conservación. En Portugal era llamada antiguamente «erva dos soldados», debido a sus propiedades vulnerarias que hacían que formara parte de las mochilas de guerra».
Tratado de Fitofármacos y Nutracéuticos, Dr. Jorge Alonso
Otra curiosidad de la Milenrama es que posee propiedades muy similares a la Manzanilla (Matricaria chamomilla), ya que pertenen a la misma familia (Asteraceae). Ambas son antiinflamatorias, antiespasmódicas y digestivas, puesto que el componente principal que comparten es un aceite esencial llamado «azuleno», el cual brinda estos beneficios y también se considera inmunoestimulante.
Estas cualidades son muy apreciadas por ejemplo en Japón, en donde a diferencia de los países de Occidente, las comidas principales suelen acompañarse con infusiones tibias como té de Manzanilla (entre otras hierbas) para una buena digestión.
¿Infusión de «sumidad florida» o infusión de «flores»? Veamos la diferencia…
Las «flores» son únicamente las flores, en cambio, la «sumidad florida» es la parte superior de la planta que sostiente (y contiene) las flores. Cuando se sugiere una infusión de «sumidad florida» quiere decir que podemos emplear las flores conjuntamente con toda la parte de la planta que sostiene y acompaña a las flores (ramitas, hojitas, tallos y brotes, por ejemplo).
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Importante: el consumo de hierbas medicinales es ante todo un tratamiento preventivo y, en segundo lugar, alivia un sinnúmero de malestares, pero de ningún modo deben reemplazar a los medicamentos y/o tratamientos indicados por el médico. Las plantas medicinales poseen precauciones, contraindicaciones y advertencias. Las propiedades aquí descritas son a modo informativo y sobre la base de personas sanas que no estén bajo tratamiento o tomando medicación alopática. Ante cualquier duda o inquietud, debes consultar a tu médico de cabecera.