«¿Sentís la atracción de la tierra cuando estás cerca de ella,/ esa pesadez que hace que quieras hundirte/ como un ser diminuto en la hierba?».
¿qué es un jardín? ¿un espacio para el deseo de ser dios o de crear belleza? ¿un territorio planificado pero que no puede escapar a imprevistos? plagas. exceso de calor, de frío, de agua. incendio. semilla que brota de manera inesperada. ¿depende de jardiner✿s? ¿hasta dónde es obra del hacer de aves, de polinizadores? incluso del viento. ¿qué lo cruza sin dejar registro, qué lo marca para siempre? ¿es una mancha en la piedra? ¿un enredo? ¿un espacio para caer o perderse? ¿la fuerza opuesta al vuelo? una salvación, tal vez. pequeño oasis urbano para la infancia o verbena en la noche.
escarbar para escuchar la voz excavar la propia voz también para encontrar lo que tiene por decir y decir la voz que cava mi escucha la del animal que grita en las primeras horas de la luz su chillido áspero de mañana que parece el mismo que en la tarde pero no no suena igual no dice igual en el día que recién comienza ni en mí con el sueño en los ojos todavía con los tímpanos agrandándolo todo el mundo que empieza a resplandecer y ahí su voz ese grito que demanda ser el centro ahora una advertencia su kraaaaahhhhh raspando el aire el espacio mis oídos mi cuerpo aún quieto en la madrugada antes de oír y ahora partido al medio por su sonido de rapaz que siembra duda sobre el mundo alerta en la piel el no saber si huir o si enfrentarla o si estar sólo quieta acá simulando la muerte cuál opción para no convertirme en presa excavar en la historia de la supervivencia para que ese grito esa voz que me perfora quede allí un desafío desde el árbol lanzado al cielo casi celeste y no se transforme en vuelo encantamiento fuerza veloz que también golpea después del sonido y caza
mariposa monarca del sur
su voracidad dejó casi nada del algodoncillo en pocos días. el crecimiento del cuerpo de las orugas fue proporcionalmente inverso a la desaparición de las hojas, ramas y flores de la planta nutricia. el proceso llevó poco más de una semana. no solo multiplicaron su tamaño, sino lo llamativo de sus colores. en un principio eran ocho, pero cuando llegaron a su mayor desarrollo fueron desapareciendo. reconocí a una aplastada contra el piso después de la última lluvia. otra abandonó la planta y llegó hasta una maceta en el extremo de la terraza, luego la perdí de vista. otras tres simplemente ya no estaban al día siguiente. temí por la supervivencia de las últimas, pero lograron encontrar su lugar para volverse crisálidas. una de ellas se prendió bajo una hoja de la piel de leopardo vecina. las otras dos hallaron cobijo en la parte trasera de la maceta de la planta hospedadora. su transformación fue de un día para otro, veloz y armoniosa. la segunda en convertirse tiene una marca dorada que la distingue. un trazo que el ciclo deja para la espera. belleza de oro que anticipa lo efímero, el vuelo tras la transformación.
¿Sentís la atracción de la tierra cuando estás cerca de ella, esa pesadez que hace que quieras hundirte como un ser diminuto en la hierba? ¿Oís el grito del chimango bordeando la tarde, o el canto del hornero orgulloso de mostrar su presencia, ambos indiferentes a lo que no sea su ritmo en cada cercanía del anochecer? ¿Volviste a ver la danza de la cola de la yegua mientras espera esa caricia o esa mano que le permita llegar más allá del alambrado? ¿Esquivaste el rayo de sol lanzado a tu ojo que te negaba el ver, como si ya no hiciera falta observar el horizonte en un día que casi termina?
Valeria Cervero nació en 1972 en Buenos Aires, ciudad donde vive. Trabaja desde hace muchos años como correctora y editora. También escribe. Algunos de sus libros de poesía publicados son Sin órbitas (El ojo del mármol, 2016; Ediciones Outsider, 2023); Madrecitas (Barnacle, 2017); Seres pequeños (HD, 2018); Sibilejo (Editorial Maravilla, 2018); Ctalamochita (Barnacle, 2020) y Agujeros en la superficie (Kintsugi, 2021). Participó de diferentes proyectos de difusión de poesía para todas las edades. Actualmente colabora con la revista digital Op. cit. e integra el colectivo de poesía para infancias Poeplas. Junto a la poeta Ayelén Rives, organiza para marzo “Salvaje fruta”, un primer recital de poesía y música con invitados en el que la naturaleza tendrá un lugar central.